La fachada ventilada es un sistema de cerramiento exterior constituido por una hoja interior, una capa aislante, y una hoja exterior no estanca. Este tipo de fachada permite cualquier tipo de acabados duraderos, gran calidad y ofrece excelentes prestaciones térmicas y acústicas.

 

Como lo hacemos

Sobre la fachada existente del edificio (hoja interior) se ancla una subestructura metálica realizada en aluminio o acero inoxidable destinada a soportar la hoja exterior de acabado.

Entre los elementos que componen la subestructura se dispone de una capa de aislamiento sujeta mediante espigas plásticas o mortero adhesivo sobre la fachada existente.

Una vez colocada la capa aislante, se montan las piezas de acabado. La subestructura permite una cámara de aire de unos pocos centímetros entre el aislamiento y las placas exteriores. Las juntas entre estas placas son abiertas, permitiendo el flujo de aire.

Las placas exteriores pueden ser de diversos materiales: materiales cerámicos, piedra, madera, paneles sándwich, etc.

La piel exterior o de acabado dispone de ranuras tanto en la parte inferior como en la superior, para permitir la renovación de aire.

 

Como funciona

La existencia de juntas entre las piezas de fachada evita los problemas típicos de la dilatación, por lo que son fachadas que presentan un buen aspecto durante mucho tiempo.

La hoja exterior también amortigua los cambios de temperatura tanto en el aislante térmico como en el impermeabilizante, prolongando su vida útil.

La existencia de la hoja exterior ayuda a reducir las pérdidas térmicas del edificio: en los meses de verano la piel exterior se calienta creando un efecto convectivo que hace circular el aire en el interior de la cámara. Este “efecto chimenea” desaloja el aire caliente y lo renueva con aire más frío. En los meses de invierno este efecto es inferior siendo el aislamiento térmico interior el que mejora el rendimiento energético.

 

 

Ahorro energético – acústico

Ahorro energético estimado en invierno: 45%

Ahorro energético estimado en verano: 40% 

Aislamiento acústico estimado  40%

Una opinión

La fachada ventilada es una de las opciones técnicamente más completas para la rehabilitación de fachadas. Es muy duradera, la que mejor soluciona el aislamiento térmico en verano y la que aporta estéticamente más valor a la edificación rehabilitada.

A pesar de que el coste inicial de la inversión es elevado, la inversión a medio plazo confirma su competitividad respecto a los sistemas de enfoscados tradicionales o monocapa.

 

 

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